El filtro limpia el aire que ingresa al motor, atrapando partículas que podrían dañar las partes internas del motor. Con el tiempo, el filtro se ensuciará u obstruirá y restringirá el flujo de aire. Un filtro sucio que restringe el flujo de aire ralentizará la aceleración porque el motor no recibe suficiente aire. Las pruebas de la EPA concluyeron que un filtro obstruido afectará más la aceleración que la economía de combustible.

Muchos fabricantes recomiendan hacerlo cada dos años, pero dicen que debería ocurrir con más frecuencia si conduce la mayor parte del tiempo en un área urbana con mucho tráfico y mala calidad del aire, o si conduce en condiciones frecuentemente polvorientas. Los filtros de aire no son tan caros, por lo que reemplazarlos anualmente no debería costar mucho dinero.